viernes, julio 11, 2008

facetas de facebook (II)

El Facebook está de moda. Y como todo lo in, tiene sus luces y sombras. En la segunda entrega de esta serie, les presento una característica bastante particular de la era digital e internetera que se repite constantemente en este tipo de páginas.
Hoy: las fotos en el auto y el mal gusto de la gente eligiendo su foto personal con la esperanza de que le digan algo lindo, cosa harto difícil si ponen una imagen tan fea
Como decía en la entrega previa, en estas redes sociales uno crea su perfil personal, y claro, uno debería adornarlo con su foto para que quede completo e interesante, ya que desde hace rato se sabe que hoy día sin foto no hacemos nada. Pues bien, la sociedad marca diferentes tendencias de elección de imagen según el origen, edad, género, personalidad, etc. de la persona y uno puede asumir algunas cosas sobre el usuario con sólo ver la foto del perfil. Dado esto, uno pensaría que habría que poner especial cuidado en su elección (si te importa lo que uno puede llegar a pensar, claro) pero vemos que esto no se da tan así.
Mostrar las diferentes tendencias me llevaría unas cinco entregas más, pero hoy quiero destacar en particular una que me resulta bastante extraña, ya que no entiendo bien el concepto de la foto en el auto. Puedo entender las fotos en el baño, con hijos, con alcohol, lo que sea, pero la foto en el auto no la capto. Veamos algunos ejemplos:

Como se podrá observar, la foto en el auto es del gusto de diferentes grupos étnicos, con lo cual no deja a nadie afuera, pero yo sigo sin comprenderla.

De todas maneras, lo que realmente pienso que requiere explicación no es el hecho de que los árabes pongan famosos en sus fotos de perfil o el motivo que lleva a algunas personas a poner alguna de las fotos de Windows, sino el porqué existe gente que se pone fotos tan lindas como las siguientes:

No quiero ser mala persona, pero realmente creo que tendrían que reveer su proceso de selección de imagen de perfil. En alguna otra ocasión voy a incluir a algunos exponentes masculinos, que no se quedan para nada atrás.