lunes, agosto 27, 2007

No rompas las guindas

Estamos en año impar. No vamos a tener Juegos Olímpicos, no tuvimos mundial. No hay Eurocopa y las eliminatorias ni empezaron.

Sin embargo las masas están deseosas de ver algo que se televise durante un mes y que les ponga a flor de piel el ser nacional que llevan bien guardado a la derecha de la escarapela.

Para todos ellos ha llegado hace 20 años el Mundial de Rugby. El niño de los mundiales, el más pequeño de todos. Sin embargo por eso Argentina no deja de desempeñarse como en todos los demás.

Desde el primero, que se disputó en Nueva Zelanda en 1987 hasta el de Gales de 1999, Argentina solo había conocido la victoria en una oportunidad. Situación que se revirtió ese último año, cuando miles de personas que no sabían (y que siguen sin saber) lo que era una formación fija, un scrum o un drop, se sentaron frente a los televisores para ver como los chicos jugaban la pelota con la mano (al mismo tiempo que gritaban: ¡penal!).

Hasta ese año el “Ser Puma” era algo que sólo disfrutaban unos pocos, pero así como se universalizó el voto, hizo lo propio el rugby y hoy, seguramente, muchos chicos de las más variadas clases sociales sueñan con ser Agustín Pichot (?).

Desde el 7 de septiembre un nuevo opio caerá sobre las masas. Las excusas cambiarán de nombre, ahora se llamarán “Tercer Tiempo”. En vez de goles, se anotarán trys. Se proyectará sobre este deporte inglés las ganas de ganar un mundial, aunque sea de algo que se desconoce y los especialistas en rugby aparecerán hasta pro debajo de las alcantarillas.


Desde el 7 de septiembre, lo único que espero, es que no me rompan las guindas.
Hennes.-